El cuadro caleño volvió a la victoria de gran manera, luego de vencer 4-1 al equipo paisa en el Pascual Guerrero.

La fiesta roja en el Pascual Guerrero empezó antes que el partido. Mientras los futbolistas de América y Nacional cantaban los himnos, una bandera gigante, con un diablo en la mitad, cubrió las tribunas del escenario caleño. La puesta en escena estuvo acompañada de anilina escarlata y juegos pirotécnicos que fueron el indicio de que se venía un clásico.
Pero el ruido ensordecedor cambió por una afonía penetrante cuando el estadio guardó un minuto de silencio en honor a la memoria del técnico antioqueño Víctor Luna, que tuvo un paso como jugador de 1985 a 1989 en América, y el delantero panameño Luis Tejada, que se vistió de rojo entre 2007 y 2008.
El luto quedó de lado. La pelota rodó. América salió intenso, quería hacer respetar su casa. Nacional, por su parte, lo quiso contener con la tenencia del balón (terminó la primera parte con el 59% de la posesión, mientras que los caleños tuvieron el 41% restantes).
Pero el juego directo de los vallecaucanos se impuso sobre la intención de dominio de los paisas, que se mostraron inseguros en la zona de atrás desde los primeros minutos cuando, por ejemplo, a “Chipi Chipi” Castillo se le pasó por entre las piernas un balón que Andrés Salazar le devolvió y casi termina en autogol.
La esférica sí entró a los 25’, cuando después de un pase entre líneas del antioqueño Edwin Cardona, el delantero caucano Adrián Ramos remató desde afuera del área, anotó su gol 99 con “Los Diablos Rojos” y puso el 1-0 a favor de América, que estaba jugando su primer duelo bajo la dirección técnica de César Farías.
En el tiempo de reposición llegó el segundo gol del cuadro caleño tras un error de Sergio Mosquera y “Chipi Chipi” Castillo. Uno intentó rechazar la pelota. El otro salió del área buscando despejarla. El balón quedó en el aire. Andrés Sarmiento la siguió, esperó a que cayera y la empujó de pecho.