Un nuevo estudio realizado por el Banco de la República y la Universidad Javeriana de Cali indicó que en el segundo trimestre la actividad económica en Antioquia creció apenas un 0,2 %, en un rango entre -0,3 % y 0,6 %, afirmando una desaceleración.
Todo indica que el bajo incremento en la economía regional se debe al deterioro de la demanda interna, los altos precios y las tasas altas de los créditos de las entidades bancarias. Entre los sectores más golpeados se encuentran la producción de la industria, las ventas del comercio —incluyendo la venta de vehículos—, los sistemas financieros, el transporte de carga, la construcción, la demanda de energía no regulada y las importaciones.
En cifras, la industria antioqueña ha sentido una disminución del 7,6 %, reflejando una decadencia en las ventas del 7 %, en comparación con el mismo periodo de 2022. Los artículos metálicos tuvieron un mal desempeño, así como los textiles y las confecciones, papel e imprenta, entre otros.
El segundo trimestre del año también ha sido malo para la venta de carros usados, denotando una disminución del 34,3 % con solo la venta de 8.492 unidades; y para la ocupación hotelera, que con un indicador de 64,2 % evidenció una caída de 3,2 puntos.
Las exportaciones son el rubro que ha venido sacando pecho por Antioquia en lo que va del año, marcando un aumento del 13,2 %.